En la actualidad los
presentes gobernantes norteamericanos se dedican a conocer, analizar y
acercarse a su pueblo y se preocupan por actualizarlo de acorde a las
situaciones internacionales presentes, vividas circunstancialmente de alguna
manera violenta o pacífica, pero siempre estableciendo estos hechos con base en
el "destino manifiesto". Esto parece significar que a la vigencia de
la doctrina Monroe y a las condiciones hegemónicas de Estados Unidos, se suma
la existencia de un aparato político y ayuda publicitaria extraordinariamente
eficaz a favor de las ideas propias y en contra de los "enemigos" de
América.
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